Hoy en día los faros de Menorca son fotografiados por mucha
gente. Pues ofrecen una bella imagen, al aparecer solitarios, sin otros
edificios, en los terrenos más abruptos de la isla, como es el faro de Punta
Nati. Su construcción se remonta al naufragio en 1910 del paquebote Francés
General Chanzey, que hacía el recorrido de Marsella a Algeria pasando por el
canal de Menorca y Mallorca.
Por razones desconocidas, este navío naufragó en la Cala de
los Muertos (Cales Morts). Tan sólo hubo un superviviente, Marcel Bodez, que
sobrevivió en una cueva hasta que pasasó una tormenta. Cuando esta hubo pasado,
buscó ayuda en el Lloc de Son Escudero, donde le fue imposible comunicarse
con el payés ya que ninguno de los dos hablaba un idioma en común. Al final se
dieron a entender gracias a los dibujos que Marcel hizo
en la pared encalada del caserío con carbón de la chimenea, entonces
contactaron con las autoridades y se puso en marcha una misión de salvamento de
vidas, que por desgracia fue baldía, y solamente recuperaron los cadáveres de
los marineros en la cala colindante al Codolar de Sa Torre nova. Desde ese
momento se la nombró con el siniestro nombre de Cales Morts.